LA COMBINACION

Es la reina del lugar.

Está latente, escondida.

Para verla has de buscar

con la insistencia debida.

Los que al ajedrez amamos,

tenemos la obligación

de inmovilizar las manos

y buscarla con tesón.

Y cuando la descubrimos,

el corazón nos da un vuelco

y agitados, discernimos

si todo será correcto.

Y todavía con miedo

realizamos la jugada

sin fiarnos por completo

por si fuera una “pifiada”.

El desenlace sorpresa

corta la respiración

del rival que, tras la mesa,

rebusca una solución.

Y de pie, el espectador

va repartiendo miradas,

que delatan, con clamor

lo bello de las jugadas.

La magia del sacrificio.

Efecto contradictorio.

Para el rival, un suplicio.

Y para el resto, un jolgorio.

¡Qué fantástico remate!

¡Qué sutil actuación!

Si el ajedrez es un arte…

es por la combinación.

JUAN ANTONIO TOLEDANO